Informes de actividades 15-58235865
Teatro Escuela Central
Especialistas
Federico Herrero
Nicolás Francisco Herrero
En conferencia dictada en el Teatro Escuela sobre sistemas de actuación, destaco los siguientes conceptos.
Para Federico Herrero es importante la emoción.
Hay que tener voluntad de emoción, en eso se ve.
La emoción se basa en la composición.
Lo que deseo es voluntad de desear. El deseo debe tener composición.
El contra deseo es lo que está en contra del deseo: defectos del deseo.
Todos los personajes guiados al super-objetivo y la voluntad no debe de ir en contra de la idea central de la obra.
Dominante: superobjetivo.
La variación cuantitativa-cualitativa: se debe dejar un comportamiento para que la suma de dos comportamientos refuerce la voluntad.
Hay cuatro elementos básicos en la interpretación dialéctica:
- La voluntad: lo fundamental para el actor como concepto no es el ser del personaje sino el querer. Un actor no debe preguntarse quién es sino qué quiero, porque la primera pregunta lleva a formarse un lago emocional.
La segunda pregunta es dinámica y dialéctica, conflictiva e interpretativa. Hay que traducir en términos de voluntad esta idea. La voluntad es la concreción de la idea (qué quiero debe ser traducir). La voluntad hay que ejercerla.
Voluntad significa desear algo que debe ser concreto necesariamente.
Lo que da a la interpretación la voluntad es la concreción de la idea, conseguir una meta. Esta voluntad debe tener una idea trascendente.
Significado trascendente de la voluntad: conseguir una cosa y por alguna razón. Idea central: cada personaje debe derivar de la idea central, la voluntad del personaje. Si el personaje queremos que tenga emoción, debe buscarse su interpretación en la idea que es igual a la voluntad porque la voluntad genera emoción. ¿Todas las ideas son interpretables y tienen emoción? Sí.
Cualquier idea es aprovechable para generar una emoción si se pone en situación, pasará de algo abstracto a concreto.
Hay algo fundamental: el conflicto. Si no hay conflicto se consigue la voluntad pero hay aburrimiento. El conflicto elimina el aburrimiento. Conflicto de voluntades: yo quiero una cosa pero el otro también lo quiere. Para que estas voluntades sean operativas en la pantalla, tienen que ser voluntades objetivas y subjetivas al mismo tiempo. Todas las ideas en situación objetivas o subjetivas da pie para una buena interpretación porque comprenden la idea.
Ninguna emoción es para: amor---odio. Es de distinta intensidad. En eso se basa lo verosímil de una interpretación. En algunos casos es evidente en la historia y el personaje.
- Dominante (superobjetivo): se debe de tener una voluntad principal y una contra-voluntad principal y de esas salen una dominante que participa de la idea central del espectáculo que ha sido generada en el guión.