Funciones y características del teatro
Desde que Aristóteles estudió el origen y la función del teatro en su famosa Poética (c. 330 a.C.), el propósito y características de éste han sido debatidas extensamente.
A lo largo de los siglos, el teatro ha sido utilizado; aparte de como pura expresión artística; como entretenimiento, ritual religioso, enseñanza moral, persuasión política y para formar opinión.
Se mueve desde la presentación realista de cuentos
hasta el movimiento y el sonido abstractos.
La producción teatral implica el uso de accesorios, decorados, iluminación, vestuario, maquillaje o máscaras, así como un espacio para la representación (el escenario) y otro para el
público (el auditorio), aunque ambos puedan coincidir, sobre todo en las producciones que se realizan en la actualidad.
El teatro es, por tanto, una amalgama de arte y arquitectura, literatura, música y danza, y tecnología.
Presentación y representación teatral
El teatro de representación se apoya, por el contrario, en la ilusión.
La mayor parte del teatro occidental desde el renacimiento ha sido fundamentalmente representacional: las obras tienen tramas posibles, los personajes parecen reales, el decorado tiende o, cuando menos, sugiere la realidad.
La mayoría de las representaciones no se encuadran, desde luego, en modo rígido en uno u otro grupo, sino que contienen elementos de las dos fórmulas.