Los directores de teatro Federico Herrero y Nicolás Francisco Herrero, en una charla en el Teatro Escuela Central, días pasados comentaron aspectos del crador Luchino Visconti.
En 1935 se trasladó a Francia, donde colaboró con el cineasta Renoir.
Obsesión (1942) fue su primera película, introdujo una nueva visión de la realización cinematográfica, de la dirección de actores (frecuentemente no profesionales) y en la concepción de la realidad y de los problemas sociales.
La utilización de actores no profesionales continua una etapa del cine Italiano.
Impregnado en teóricos marxistas importantes, filmó "la tierra llama" en 1948, considerada en aquel momento película más lograda y avanzada ideológica y estéticamente, y que emprendía una búsqueda del hombre ante las cosas que no las sometía a éstas como permanentes por sí mismas, lo que constituiría una alienación, y que tampoco admitía una naturaleza humana inmutable.
Mas adelante filma "la obsesión", con temas no aceptables hasta entonces por la censura fascista.
Fue la ópera el primer amor de Visconti y el género sirve de marco o aparece conspicuamente en varias de sus realizaciones, como en "sensibilidad".
En películas posteriores aparece el tema del poder y la destrucción del artista.
Trabajó en La Scala, París y en distintos teatros, en Londres en una recordada producción de obras de Verdi.
Situó al cine italiano en un puesto de honor.
Su obra cumbre desde el punto de vista de analistas es "muerte en Venecia".
Aspectos relevantes de Visconti, es sus puestas en escena, y la formidable dirección de aportes, con técnicas innovadoras.